Tanto la agudeza auditiva como la agudeza visual se descartaban siempre en seguida como locura.Ahora no se necesitaba a nadie con buen oido, lo mismo que no se necesitaba a nadie con buena vista, si alguien oía bien o alguien veía bien, se le apartaba sencillamente,se le encerraba, se le aislaba, se le aniquilaba encerrándolo y aislándolo. La sociedad se protege ininterrumpidamente de los relámpagos mentales, al protegerse initerrumpidamente de los llamados enfermos mentales. La sociedad sólo era partidaria de un vegetar apático y nada más. Las gentes quieren que las dejen en paz, y nada odian más profundamente que el oído y el cerebro. Una masa totalmente sin oído y sin cerebro sería su ideal, y por eso la sociedad disparaba tanto contra los oídos como contra los cerebros, donde quieran que apareciesesn, ahí hay un cerebro, se decía y se disparaba contra él, ahí hay un oído, se decía, y se disparaba contra él. La humanidad sostenía, así le dijo Konrad a Wieser, desde que existía, una monstruosa campaña, cada vez más costosa, contra el oído y el crebro, todo lo demás no era más que mentira. La Historia mostraba, decía, que el oído y el cerebro eran siempre acosados en ella hasta la muerte, derribados. Adonde quiera que se mirase, asesinatos del oído y del cerebro, le dijo Konrad al parecer a Wieser. Donde había oídos y cerebros, decía, había odio. Donde hay un oído hay una conspiración contra el oído,donde hay un cerebro hay una conspiración contra el cerebro. Todo lo demás es mentira. Se protege a las aves que se extinguen en Europa, dijo Konrad al parecer, a los cerebros que se extinguen no, a los oídos que se extinguen no.
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...se dedicaba a las frases enteras, decía la frase justicia es que uno haga al otro morir y ella oía la frase sin dificultat alguna, aunque él había pronunciado esa frase muy confusamente y además, al oído de ella, desde el lado izquierdo;el comentario de ella: durante unos ocho segundos había seguido teniendo en los oído la i de morir, como era natural, pensaba él. Podía ocurrir que él mirase el amanecer por la ventana y supiese enseguida, hoy sólo vocales u hoy sólo consonantes u hoy sólo frases con u o sólo frases con e o sólo largas frases con o, u hoy sólo frases muy cortas. Miraba, por ejemplo, por la ventana y respiraba una vez profundamente, y sabía con qué tenía que experimentar hoy, decía.O estaba de pie junto a la ventana y se decidía al instante: ahora subiría a la habitación de ella y le diría rápidamente la frase bandadas de pájaros, cada vez más bandadas de pájaros armaban la zarabanda, y ella la comentaría en cuanto él dijera la frase, inmediatamente.
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