Lo onírico, lo poético,
son los raíles que mandan en la historia gracias a las declamaciones de
poemas soberbiamente escogidos que se insertan en la película como piezas de un
puzzle que nos ofrece un difícil dibujo, inusual, pero que encajan, jugando en
un límite que de sobrepasarse nos abandonaría en el terreno de la vergüenza
ajena. Pero eso no llega a ocurrir.
Este episodio de la vida
del poeta discurre como conflicto entre sus distintas formas de afrontar el
mundo, a veces vitalista y a veces lastimera, casi siempre con la carga del
pesar que siente al comparar la traición a principios poéticos con una muerte
prematura del alma. La Muerte tomará en El lado oscuro del corazón,
forma corpórea, por supuesto de mujer, y con ella Oliveiro tendrá una sucesión
de diálogos que nos permitirá conocer más al protagonista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario