Empezamos el domingo con el trabajo de uno de los pintores más cotizados del momento. Hablamos de Michaël Borremans (1963) artista belga residente en Gante, cuya obra está influenciada por artistas como Édouard Manet, Degas o Diego Velázquez. Borremans no es un artista popular, sino más bien es un artista “silencioso” desde el punto de vista mediático. Muy conocido en el mundo profesional y en el mercado, pero silencioso para los medios y el público en general. Definido por algunos como “artista para artistas”, declara: “Mi trabajo debe emocionarme, ser un cuchillo en el ojo”. Clave en el panorama artístico, está entre los seis u ocho artistas fundamentales de la pintura mundial actual, sus obras se encuentran entre las más cotizadas del mercado, por encima de los millones de euros. Se habla de que Borremans, tiene unas cuantas rarezas y manías, una de las más curiosas es que siempre pinta vestido de traje. El propio artista, cuenta cómo una vez casualmente entró en el estudio trajeado y alcanzó un grado de concentración máximo alentado en parte por el hecho de tener que esforzarse en no mancharse el traje al pintar.
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