La vida es un sueño o como bien decía De Selby(el personaje creado por Flann O´Brien) una alucinación, en esa etapa final en que nuestra conciencia y nuestro cuerpo empiezan a desintegrarse paulatinamente, puede ser también una pesadilla. Gaspar Noé nos lo muestra sin treguas.
Él es un crítico de cine y ella una psiquiatra jubilada que padece demencia avanzada. Viven en un apartamento en Paris atiborrado de recuerdos en el que reciben de vez en cuando, la visita de su hijo adicto a la heroína y de su nieto.
El deambular constante de ella, cada vez más perdida en su propia casa y su enorme fragilidad que la devuelve a una etapa macabramente infantil nos deja desarmados ante este retrato del final de todo en el que Darío Argento( que interpreta a su marido)luce sereno y más débil que nunca.
entendemos que somos eso que planea en ambas existencias
un eterno deambular, desde el embrión a la tumba.


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