“Un tipo se tira por la ventana desde un piso cincuenta. Mientras va cayendo piensa: de momento, todo va bien, de momento, todo va bien… Lo importante no es cuánto tiempo estás cayendo, sino cómo aterrizas.”
(…)
La haine, dirigida en 1994 por el actor y director francés Mathieu Kassovitz (recordado joven romántico en Amelie o sacerdote contestatario ante la tibieza vaticana frente al nazismo en Amén, de Costa Gavras, o director de Los ríos de color púrpura, exitoso thriller francés). Esta película rodada en un espléndido blanco y negro, de ritmo trepidante y de un guión que roza la perfección fue su sorprendente debut (premio a la mejor dirección en Cannes), y a diferencia de lo que podía esperarse vista su carrera como actor deslumbró con esta demoledora crítica de la sociedad francesa de finales de siglo XX.
Es partícipe también de esa frustración al entender que no puede dar ninguna respuesta coonstructiva al problema, y que el propio poder la utiliza para el camuflaje, el ocultamiento, el borrado de la contestación social a un mundo injusto, obligada a actuar como carne de cañón que hace el trabajo sucio que nadie debe ver.
-En la escuela me enseñaron que el odio engendra odio. -Yo no fui a la escuela.Soy de la calle,y en la calle te enseñan que si pones la otra mejilla te dan por el culo. |