Al británico Ken Loach, director del polémico thriller
Agenda oculta, no le gustan ni las películas nostálgicas sobre las colonias
ni las que se alejan de la realidad. La comedia Riff Raff -que significa
chusma-, gira en torno a la vida de un grupo de obreros de la construcción en
Londres. "Es una película sobre la gente que construye las casas en mi
país, que precisamente es la que no tiene una casa donde vivir", dice este
director de 56 años, que cree que los que más disfrutarán con su filme, que
ganó el premio Felix a la mejor película europea, son los obreros.Ken Loach
ofreció ayer una pequeña rueda de prensa para promocionar su última película en
España. "Yo hago películas que están en contra de las otras películas que
se hacen en Inglaterra", dice Loach. "El cine inglés o es una visión
nostálgica sobre las colonias o es una visión falsa sobre la realidad; hablan
de un mundo que ya no existe. Pero las películas que yo hago respetan a la
gente normal, y por eso hablo sobre ellos".
Loach dice que prefiere hablar sobre su película con los
espectadores -a ser posible obreros- y no con cinéfilos. "Ellos no me
preguntan si es o no es una comedia, eso no se lo plantean, prefieren
proponerme nuevas historias. Los obreros no la ven como una comedia porque
conocen su trabajo y saben que en él están la comedia y la tragedia
unidas". "El humor es un arma de resistencia", añade.
“Hacer una película
significa exponer material sensible a la luz. La zona sensible que considero
especialmente interesante es la relación de las personas con su ambiente; la
familia, el trabajo, la clase social. Los elementos dramáticos que más me
atraen son esas ganas de luchar para defenderse, para prestar voz a aquello que
normalmente está reprimido y el calor de la amistad, de la solidaridad y de la
compasión”.
Ken Loach (De
Giusti, 1999: 7).
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