miércoles, 17 de junio de 2020

ZAMA--ANTONIO DI BENEDETTO

Un Kafka colonial: “Zama” de Antonio di Benedetto | Oro de Indias 


No obstante,no todo estaba bien;algo en mí, en mi interior,anulaba las perspectivas exteriores.
Yo veía todo ordenado,posible,realizado o realizable. Sin embargo era como si yo, yo mismo, pudiera generar  el fracaso.Y he aquí que al mismo tiempo me juzgaba inculpable de ese fracaso,como si mis culpas fueran heredadas,y no me  importaba demasiado:disponía como de una resignación previa, porque percibía que, en el fondo todos es factible pero agotable.pág,351



Saqué de mis ropas un papelito que se había ennegrecido en los bordes.Lo alisé sobre la pierna y escribí:" Marta, no he naufragado".
La última palabra quizá quedó escrita con rasgos confusos. La sangre del avestruz se había coagulado y ya no me servía.Puse el papel en el frasco. Lo tapé y lo arrojé al río. Después de la zambullida se alejó,boyando. Algo exterior,humano,una presencia influía en el ambiente a través de mí. Llevé la mirada a la barranca.
Un soldado me observaba, impávido como si fuera un testigo antiguo incapaz de sorprenderse. Pensé que aquel mensaje no estaba destinado a Marta ni a persona alguna exterior. Lo había escrito para mí.pág,667



Su trabajo como periodista hizo  que fuera uno de los primeros detenidos de la última dictadura militar.  Antonio fue apresado el 24 de marzo de 1976 en su despacho del diario Los Andes. Fue torturado; cuando habló del tema dijo: «Creo nunca estaré seguro que fui encarcelado por algo que publiqué. Mi sufrimiento hubiese sido menor si alguna vez me hubieran dicho qué exactamente; pero no lo supe. Esta incertidumbre es la más horrorosas de las torturas». Lo liberaron el 4 de septiembre de 1977. Estaba destrozado. Se fue a Europa.





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