Una reflexión sobre el sinsentido de la guerra. |
La soledad y el vacío de unos hombres
obligados a luchar contra un enemigo que en realidad son ellos mismos -
"La oscuridad tras la luz, el conflicto tras el amor, son el producto de
una sola mente, las facciones de un mismo rostro" reflexiona uno de
los soldados al final del film - los trae a refugiarse inevitablemente en ellos
mismos. El mensaje de Malick, de este modo, trasciende la crítica de la guerra
y la violencia, incluso la defiende de posturas pacifistas, para elevarse a
terrenos filosóficos y metafísicos. La voz en off que cierra el film es muy
significativa en este sentido: "Oh, alma mía! Déjame entrar en tí, mira
a través de mis ojos, contempla las cosas que creaste, mira como brillan".
Por más que los hombres se obstinen en destruirlas, la paz, la belleza, la
felicidad, la pureza, siempre continuarán existiendo.