sábado, 5 de abril de 2014

THOMAS BERNHARD(El frío)

Cuarto peldaño de su relato autobiográfico, El frío expone con precisión glacial algunos de los aspectos que acompañarían a Thomas Bernhard durante su vida: la enfermedad, la vida y la naturaleza humana. ¿Cómo describir el intenso efecto que provoca su personal escritura para capturar (y retener) nuestra atención? Cada vez que nos sumergimos en una de sus narraciones, la organización de los párrafos -continua y discontinua, torrencial y minuciosa- nos arrastra hacia un estado mental que no podremos abandonar. En El frío, ese estado mental se compone de enfermedad y vida, pues comprende el tiempo que Bernhard pasó en Grafenhof, un sanatorio para tuberculosos.





"Sentado ante el tronco de un árbol,con el Heukarek ante mí,contemplaba la infamia de un mundo del que me había separado,del que me había apartado con todas las reservas imaginables para poder verlo desde mi ángulo y a través de mi objetivo.Ese mundo tenía exactamente el aspecto que mi abuelo me había descrito."(pág,65)