miércoles, 10 de abril de 2013

BELA TARR(Armonías de Werckmeister)


-La gente parlotea algo de un príncipe.
-Para nada sr.Argyellàn.Ha llegado una ballena gigante.
-Usted también debería verla.

Armonías de Werckmeister es una de las películas más bellas que he visto. La afirmación no es exagerada, lo digo sin el más mínimo atisbo de duda. Cierto que no es film para cualquier momento, pero si alguna vez les apetece un director que deja de lado convencionalismos y clichés, descubrir una película distinta al cine entendido como personajes-trama-desenlace aderezado de trucos de cámara o efectos especiales, que no busca sólo el espectáculo de la acción para entretenerse un rato, y desean ver una obra de arte filmada, poesía en blanco y negro, lirismo desde la primera escena, adentrarse en un mundo de sensaciones, muchas veces claustrofóbicas, opresivas, demenciales, hasta absurdas, pero a la vez salvajemente hermosas, háganse con cualquier film del genio húngaro Béla Tarr y disfrutarán de una experiencia tan radical como fascinante. Sólo he tenido oportunidad de ver dos de sus películas: Sátántángo y Armonías de Werckmeister, ambas inolvidables, sublimes, pero si no conocen ninguna de ellas les recomendaría esta última que, a pesar de ser más breve (Sátántángo dura 480 minutos, Armonías de Werckmeister algo más de 120), posee su mismo y extraño pesimismo metafórico y a la vez una belleza visual extraordinaria, realmente incomparable.

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